Por: Arturo A. Fernández Gaytán
Juan Carlos vivía en la ciudad de México junto a sus dos padres Elisa y Claudio, era un niño normal como cualquier otro, pero buleado en la escuela. Sus compañeros no lo querían por él era muy inteligente, sacaba buenos promedios y enorgullecía a sus padres por lo que no le importaban las burlas, él sabía que hacia lo correcto, pero lo que no sabía era lo que estaba por llegar.
Una mañana normal antes de irse a la escuela, Juan Carlos estaba desayunando, viendo las noticias junto a sus padres, cuando observó una noticia que le llamo la atención, era un nuevo virus llamado COVID-19 (Coronavirus), él pensó: “está muy lejos, jamás llegará a este país, porque su mayor miedo era que a sus padres les pasara algo, ya que ellos son las únicas personas que lo aman y lo apoyan.
Pasaban los meses y el virus se empezó a expandir contagiando a grandes países como Italia, Alemania y España, grandes potencias mundiales. Siguieron pasando los meses y el virus llego a México alarmando a la población, Juan Carlos tenía malos presentimientos en cuanto a ello. Empezó la cuarentena y Juan Carlos junto a sus padres se quedaron en casa resguardados.
Semanas después los padres de Juan Carlos empezaron a sentirse mal, hasta el grado de no poderse parar de la cama, ellos tenían los síntomas del COVID-19, asustado, Juan Carlos salió a pedir ayuda, pero nadie le hizo caso por el temor que vivía la población, corrió hasta llegar un hospital alertando lo que tenían sus padres, afortunadamente le hicieron caso y sus papás fueron trasladados a un hospital especializado,
Pasaron 14 días y sus padres se recuperaron y entendieron que Juan Carlos fue valiente, prácticamente un héroe, ya que tuvo el valor de salir y enfrentar todo por sus papás, gracias a Dios él no se infectó, y continuó su vida normal, dándose cuenta de que era valiente y que podía enfrentar el bullying demostrando su fuerza a los demás.
México venció a esta enfermedad como un pueblo unido, y siendo responsables al igual que todo el mundo. Este Virus cambió la vida de Juan Carlos, y le enseñó una gran lección que nunca olvidara.
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