Por: Diana Martínez
El año 2020 se consideró uno de los años más caóticos, pues al parecer solo ocurrían cosas malas. Pero una de las situaciones que causó mayor conflicto fue un virus, sus síntomas eran tan parecidos a solo una simple gripe, sin embargo, este era peor de lo que la gente se podría imaginar. Este virus causó mucho daño y nadie estuvo excento de sufrir sus consecuencias.
Grandes y chicos, pobres y ricos, todos estaban expuestos al virus. Los medios de comunicación hablaban tanto de eso, la gente estaba en pánico, uno que otro despreocupado, pues creía que solo era un virus creado por el gobierno y hasta pensaban que no existía, Jason, era una de esas personas.
Jason, era un joven de 20 años, tenía la fachada de que era un «nerd», ya saben: lentes, vestía con camisas de cuadros y pantalones de vestir. Cuando él se enteró del virus entró en pánico, sin embargo cada que los medios de comunicación hablaban más de esto, él se frustraba más y al hablar con un amigo del tema, llegaron a la conclusión que era un plan del gobierno para eliminar la población y hasta podrían apostar su vida a que ni siquiera existía dicho virus.
El virus se propagó de una manera inmediata, todos los continentes fueron afectados por este, así que se tuvieron que llegar medidas extremas, cuarentena para todos los países que estuvieran siendo muy afectados por este virus. Se le pidió a la población que tomaran medidas preventivas cada que salieran para que así no fueran a ser contagiadas, muchos pasaron por alto estas recomendaciones, y sí, Jason también.
A pesar de no estar de acuerdo en la cuarentena y de que creía que tal virus no existía, tenia que cumplirla, pues la ciudad estaba totalmente vacía. Una tarde decidió ir a comprar unas cosas, pero no cumplió con las medidas de seguridad para su salud, se le hizo tan fácil salir sin ninguna protección. No sabía el daño que se había causado así mismo.
Pasó alrededor de una semana, Jason, se encontraba realizando tarea, cuando escuchó un golpe en la cocina, de inmediato bajo y vio a su madre en el suelo, ella no reaccionaba, no dudó en llamar a la ambulancia para que su madre fuera trasladada a un hospital. Al llegar allá, su madre fue atendida y al poco tiempo se le dio la noticia a Jason de que su madre tenía Covid-19. Él se burló, y dijo que eso no podría ser posible, que eso no existía. El doctor le pidió que accediera a tomarse un examen para ver si el no era portador del virus y de mala gana accedió. De alguna manera tenía el virus, pero no de manera desarrollada, a Jason no le había causado nada, pero a su madre sí.
Pasaron los días y Jason vio como rápidamente su madre se debilitaba más. Él sufría junto con ella, sin embargo, no perdía la esperanza de que se recuperaría, pero no fue así. Solo una semana fue el tiempo que su madre resistió este virus.
Tristemente la madre de Jason había fallecido a causa del virus, y también a causa de la irresponsabilidad de él, a pesar de que no afectó su salud, si la de su madre. Lamentablemente él se dio cuenta de que este virus existía al vivirlo en carne propia, y se lamentó el resto de su vida por no creer y seguir las recomendaciones que habían dado para evitar los contagios de este virus.
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