Jóvenes que pasan largos periodos de tiempo encerrados en sus habitaciones dedicados exclusivamente a la tecnología. Son cada vez más casos al rededor del mundo.

Un artículo científico de la revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría revela que “el Hikikomori es un trastorno caracterizado por un comportamiento asocial y evitativo que conduce a abandonar la sociedad”. Así pues, el Síndrome de Hikikomori es una manera de aislamiento social voluntaria que puede aparecer como consecuencia de diversos motivos.
Generalmente, los jóvenes son los que tienen mayor predisposición a sufrirlo, en especial, aquellos que son más introvertidos, tímidos y con mucha sensibilidad. Podríamos decir que se trata de un proceso gradual, ya que poco a poco van aislándose cada vez más tiempo, dejando de quedar con amigos y descuidando sus estudios o trabajos. Llegan incluso a cambiar sus rutinas diarias, durmiendo por el día, comiendo por la tarde y “viviendo” por la noche, dedicando las horas a jugar a videojuegos o a ver la televisión. Suelen también descuidar sus hábitos de higiene y en algunos casos dejan de comunicarse con sus familiares, llegando a comportamientos violentos y/o a sentimientos depresivos desencadenados por el aislamiento.
El término hikikomori fue acuñado por Tamaki Saito, un psiquiatra que lo utilizó por primera vez en su libro Aislamiento social: una interminable adolescencia (1998). Saito decía que los adolescentes que tenían esta condición, se retiran completamente de la sociedad y permanecen en sus propias casas durante un periodo mayor a 6 meses.
El fenómeno se extiende más allá de Japón
Tal y como se explica en el artículo de la revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría: “dicho fenómeno no se ha quedado limitado a la sociedad japonesa. Cada vez más estudios provenientes de diferentes culturas han detectado comportamientos similares en adolescentes varones con características en común. A nivel terminológico, dicho fenómeno se ha conceptualizado como “freeter”, “otaku” o “hikikomori” en la sociedad japonesa para aquellos chicos que no tienen empleos a tiempo completo, se confinan en sus casas y dan mayor valor al manga y al mundo virtual. Se trata de jóvenes sin estatus económico o como una versión radical del otaku (término japonés para gente con intereses obsesivos, comúnmente en el anime y fanatismo manga)”.
En definitiva, se trata de un fenómeno nacido en el país nipón, ya que está asociado a su cultura estricta y más individualista. No obstante, ya cuenta con otros tantos casos en el mundo, aunque es distinto según cada sociedad.
¿Por qué hay padres en Corea del Sur que se encierran en celdas para entender mejor a sus hijos?

Estos reclusos se conocen como hikikomori, un término acuñado en Japón en la década de 1990 para describir el severo retraimiento social de adolescentes y adultos jóvenes.
Desde abril, los padres han estado participando en un programa educativo para progenitores de 13 semanas de duración financiado y dirigido por dos organizaciones no gubernamentales: la Fundación Juvenil de Corea y el Centro de Recuperación Ballena Azul.
El objetivo del plan es enseñar a las personas cómo comunicarse mejor con sus hijos.
El programa incluye tres días en una habitación que replica una celda de aislamiento en una instalación en Hongcheon-gun, en la provincia de Gangwon.
La esperanza es que el aislamiento permita a los padres comprender más profundamente a sus hijos.
Un sondeo del Ministerio de Salud y Bienestar de Corea del Sur realizado entre 15.000 personas de entre 19 y 34 años en 2023 encontró que más del 5% de los encuestados estaban en aislamiento.
Si esto fuera representativo de la población general de Corea del Sur, significaría que alrededor de 540.000 personas se encuentran en la misma situación.
La encuesta sugiere que las razones más comunes del aislamiento son:
• dificultades para encontrar trabajo (24,1%)
• problemas con relaciones interpersonales (23,5%)
• problemas familiares (12,4%)
• problemas de salud (12,4%)
El director del Centro de Recuperación Ballena Azul, Kim Ok-ran, dice que la visión de que el confinamiento de los jóvenes es un «problema familiar» acaba aislando también a los padres.
Algunos padres tienen tanto miedo de ser juzgados que ni siquiera pueden hablar con sus familiares cercanos sobre su situación.
«No pueden sacar el tema a la luz, lo que lleva a que los propios padres también se aíslen«, dice Kim.
«A menudo dejan de asistir a reuniones familiares o visitas durante las vacaciones».
FUENTES: https://www.bbc.com/mundo/topics/c2lej05epw5t / https://www.serpadres.es/educacion/
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