
Por Samuel Barcenas
Muchos de los que disfrutamos los videojuegos no llegamos a imaginar que se pueda volver un trastorno, pero pensando y analizando, hay personas que dedican su vida a los videojuegos, como jugadores profesionales, periodistas o hasta streamers en los cuales se ha demostrado que no llegan a ganar mal. Pero como dicen, todo en exceso es malo y los videojuegos pueden llegar a ser dañinos; siempre y cuando afecten tu integridad física y psicológica.
Aquellas personas que sufran este padecimiento de adicción que les altera todo el entorno, causa un deterioro en su vida personal, social y hasta en el ámbito educativo.
Muchos críticos de esto, dicen que el hecho de llamarlo adicción es algo precipitado, pero yo en lo personal considero que mientras se juegue por el simple hecho de divertirse o desestresarse sin afectar tu salud o tu vida, no hay ningún problema.
Se debe de saber medir hasta qué punto es necesario seguir jugando. Cuando existan personas que ya no controlen esto, es ahí es cuando se debe de intervenir con ayuda.
Pero recientemente vi la noticia de una clasificación que hacía la Organización Mundial de la Salud acerca de la adicción a los videojuegos, a la que calificaba como un trastorno mental asociado con el uso excesivo de estos, agregándolo a la Clasificación Internacional de Enfermedades.
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