Francia aprueba ley contra las terapias de conversión a personas LGBTIQ+, se castigará con multas e incluso cárcel.

Por Alejandra Arroyo
A cuarenta años de la despenalización de la homosexualidad en el país, el pasado martes 25 de enero del 2021 Francia adoptó de forma definitiva una proposición de ley que busca prohibir las terapias de reorientación sexual, realizadas por grupos religiosos y de extrema derecha que buscan imponer la heterosexualidad en el colectivo LGBTIQ+. Estas prácticas han llegado a adoptar formas similares a las de exorcismos y terapia de electrochoque que afectan física y psicológicamente a las víctimas, “Las terapias de reorientación, prácticas bárbaras de otra época, ya están prohibidas definitivamente en nuestro país, no hay nada que curar” tuiteó el mismo día la ministra de Igualdad, Élisabeth Moreno.
La pauta prevee la inclusión de un nuevo delito en el Código Penal por «modificar o reprimir la orientación sexual o la identidad de género” estableciendo así, que se sancionara con dos años de prisión como mínimo y una multa de 30.000 euros si existen alteraciones en la salud física o mental de la persona sometida y no solo eso, si se actúa sobre un menor de edad o sobre una persona que sufra alguna deficiencia, la pena ascenderá a tres años de prisión y una multa de 45.000 euros.
La norma se adoptó con el voto de los 142 diputados presentes, los cuales han repetido al unísonido: “No hay nada que curar” ante la tribuna. Así mismo el presidente francés, Emmanuel Macron, escribió en sus redes sociales cómo se sentía ante la aprobación de esta ley: “Estemos orgullosos, estas prácticas indignas no tienen cabida en la República. Porque ser uno mismo no es un delito, porque no hay nada que curar”.
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