Por Leonel Zeferino
El pasado 7 de diciembre, la Cámara de Diputados de Chile aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo, con 101 votos a favor y sólo 20 en contra, después de haber pasado por casi 4 años donde el presidente Sebastián Piñera haya propuesto dicha iniciativa, por lo que a muchos chilenos les sorprendió, ya que nadie se imaginaba que realmente fuera apoyar este tipo de proyectos.

Esta iniciativa por parte del Presidente me parece genial, porque ha sido de los pocos que se ha “arriesgado” en demostrar apoyo a la comunidad LGBT+ sin el miedo a ser juzgado por el pueblo ¿Y por qué miedo? Pues porque hoy en día, la sociedad se ha encargado de encasillarte como alguien perteneciente a dicha comunidad solo por el hecho de decir que la apoyas, con esto no me refiero a que sea algo malo, lo que quiero decir con esto, es que es muy raro; como es que hay personas que siguen diciendo que los miembros de la comunidad es gente que no debería existir o que no deberían de tener algún derecho a algo tan básico como lo es el matrimonio.
Es triste ver cómo es que nos encontramos a finales del 2021; y tan solo este país, se ha convertido en séptimo país de toda Latinoamérica en aceptar algo que desde un principio no debió ponerse en duda sobre si se aprueba o no.
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