Un deleite para el paladar, platillo típico del norte de Veracruz

Por Jorge Hernández Ríos
Viajé al estado de Veracruz, ciudad de Papantla y me invitaron a comer un rico tamal grande envuelto en hoja de plátano, este es originario de la región de la Huasteca pero por tradición aquí en la zona norte de Veracruz lo preparan en las ciudades de Papantla, Tamiahua, Tuxpan y Poza Rica ya que es considerado como una muestra de hospitalidad y generosidad por parte de quienes lo preparan y lo comparten.
Este platillo tiene una historia que se remonta a la época prehispánica de México con la llegada de los españoles y la colonización, el zacahuil se fue adaptando a nuevos ingredientes y técnicas de cocina, pero mantuvo su lugar como un platillo tradicional y emblemático de la región Huasteca. Se cree que este tamal gigante fue desarrollado por los pueblos indígenas de la región Huasteca que están formados por 90 ciudades de los estados de Tamaulipas, Veracruz, San Luis Potosí, Querétaro, Hidalgo y Puebla.
Todos estos estados tienen el mismo método e ingredientes para realizarlo, el nixtamal que es el maíz seco en agua con cal, lo reposan durante un período de tiempo, debido a esto tiene un sabor y aroma distinto, manteca de cerdo, chile chino, cascabel y las carnes puede ser de cerdo, pollo o guajolote, todo esto lo revuelven bien en las hojas de plátano que lo acomodan para que mida un metro y su peso puede ser de 20 o más kilos, lo amarran con un mecate bien sujeto, posteriormente lo meten al horno de leña o texcal que es un horno cavado en la tierra, en él se colocan brasa y hojas de plátano, su cocción puede durar unas horas ya que es un largo proceso, cuando esta listo parten el tamal, algunos lo vacían en grandes ollas u otros lo ponen en mesas para ser servido en un plato hondo junto con un poco de chiles en vinagre.
Cabe mencionar que este platillo contiene carbohidratos, proteínas, fibra y grasas saludables, en algunas ciudades la consistencia del zacahuil es más aguada que en otras.
Es un platillo tradicional en aquellos lugares, nuestros indígenas de esas zonas lo preparan a diario y lo venden desde muy temprano en los mercados para desayunar, pero también lo preparan para celebraciones de cumpleaños, bodas y festividades como el Día de Muertos.
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