Por Irving Sebastián Hernández
El presidente López Obrador, ha creado polémica en noticias recientes sobre la instalación de una planta de Tesla en el estado de Nuevo León.
El principio de esta idea de traer los famosos automóviles electrónicos más avanzados de nuestro tiempo y probablemente del futuro también, nació por el hombre más rico del mundo en estos momentos, Elon Musk y por el gobernador de Nuevo León, Samuel Alejandro García.
Elon Musk, hizo el viaje necesario para comprender que el estado perfecto del país, que también tendría los recursos suficientes que se necesitara para poder plantar una sede de autos Tesla, tendría que ser en el estado de Nuevo León.
Tesla es conocido por sus modelos de carros que son totalmente electrónicos y que además, tienen un estilo deportivo y compacto. Esto fue lo que llamó la atención al público mexicano, después de todo, México no es un país conocido por tener lo más moderno en el mundo de los autos.
Después de haber llegado a un acuerdo Tesla con el estado de Nuevo León, llega el presidente AMLO donde su primera reacción fue vetar la creación de la primera planta de Tesla en territorio mexicano. “Si no hay agua no hay permisos”, expresó el mandatario, poniendo en claro que no otorgaría permisos debido al problema de agua en la entidad.
Monterrey es una ciudad que normalmente en la época con temperaturas altas, las zonas metropolitanas registran problemas en abastos de agua, como no hay lluvias durante esa temporada, se registran varias extracciones de agua.
Es por esto que el gobernador hizo lo que pudo y retomó ciertas acciones priorizando el problema del agua, para que él pudiera alcanzar un permiso para obtener la primera sede de autos Tesla en su gobierno.
El gobernador de Nuevo León salió a decir en sus redes sociales para “tranquilizar” y hacer entender que estos “problemas del agua” se podría arreglar en un día.
«Ya anda racita inquieta que porque hubo un corte, pero son los de siempre, que de repente falla un transformador y se apaga el ducto de El Cuchillo, o se apagan los pozos de Mina, son temas extraordinarios pero muy puntuales que se arreglan en un día».
Más que nada, lo que dijo el presidente sobre que no otorgaría permisos, sirvió como una advertencia, porque a los días siguientes, saldría a declarar que se había contactado con Musk para cerrar el trato y comenzar la construcción de la planta.
“Van bien las cosas, platicamos con Elon Musk, el director de Tesla, hay ya un entendimiento, sí van a dedicar la inversión en México y se va a establecer la planta en Monterrey con una serie de compromisos para enfrentar el problema de la escasez de agua”.
Después de varios tratos a darse con el gobierno, con el presidente y con el multimillonario, la idea al final quedó en que México iniciaría un “ecosistema industrial” dentro del país para que exista una mejor producción de automóviles Tesla.
México sigue aun moviéndose para aparentar, en vez de querer por sí mismo, reinventarse y tener aunque sea un poco más de dignidad para los verdaderos problemas que suceden dentro del país. La inversión hacia Tesla, fácil se podría hacer en otro tiempo, pero con los problemas del agua que aparecen en muchos estados ahora, no vemos progreso, sino que el país trata de ocultar estos “pequeños” problemas que hasta nuestros gobiernos dicen que “se arreglan en un día” y nuestro presidente cambiando su decisión al último momento después de declarar que no iba a otorgar estos permisos debido a un problema que sí debería ser tomado con más seriedad y con más prioridad.
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