
Por Laura García
En el corazón de la Ciudad de México, dentro del prestigioso Hotel St. Regisen paseo de la Reforma, se encuentra un rincón gastronómico que captura la esencia de Grecia: el restaurante Mentor. Desde el momento en que se cruzan las elegantes puertas de cristal, los visitantes son recibidos con una calidez que presagia una experiencia culinaria memorable.
La decoración de Mentor evoca un ambiente mágico, donde el techo se adorna con enredaderas naturales entrelazadas con delicadas luces quedan la sensación de una noche estrellada.
La atmósfera es una mezcla perfecta de elegancia y naturaleza, creando un espacio acogedor y sofisticado que invita a los comensales a relajarse y disfrutar. La experiencia se intensifica con un servicio excepcional. Desde la amable recepcionista que verifica las reservaciones hasta los atentos meseros, cada detalle está cuidadosamente orquestado para garantizar una estancia placentera. La comida, un festín de seis tiempos, es una verdadera celebración de los sabores griegos. Los visitantes pueden deleitarse con una variedad de platos que incluyen desde pita bread con purés hasta exquisitas brochetas de carne y atún, pasando por camarones y atún marinado listo para ser disfrutado en crujientes tostaditas.
No se puede dejar de mencionar la barra de cócteles, situada estratégicamente en el centro del comedor, donde los bármanes preparan bebidas que son verdaderas obras de arte. Cada cóctel es una mezcla perfecta de sabor y creatividad, complementando cada bocado y enriqueciendo la experiencia gastronómica.
Visitar Mentor no es solo ir a comer, es sumergirse en un viaje sensorial donde cada aroma, textura y sabor está diseñado para transportar a los comensales directamente a Grecia, todo sin dejar la Ciudad de México. Una visita recomendada para quienes aprecian la buena comida y un ambiente excepcional.
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