

Por Larissa Margarita
Visitamos el Museo Centro Cultural del Chinelo, el cual se encuentra ubicado en Jardín Juárez 1 colonia Centro en el municipio de Yautepec Morelos.
Al entrar nos recibió un señor llamado Franco, muy amable, el cual nos explicó que la entrada era gratuita, y antes de comenzar el recorrido del museo nos dio una breve explicación sobre la historia del Chinelo.
Todo comienza con la conquista de los españoles en México, donde los conquistadores hacían fiestas con sus trajes vistosos llenos de colores y de elegancia, pero no invitaban a sus empleados porque decían que no podían mezclarse entre ellos, los Mexicanos enojados de que no fueran invitados a estas fiestas, hicieron sus propias fiestas pero con el propósito de burlarse de los españoles, y es allí donde nace los “Huehuenches” que fueron los primeros “Chinelos” y la primera representación que se hizo hacia los españoles, las personas portaban máscaras con características de aquellos conquistadores, por ejemplo; una barba larga y tupida que estaba hecha de jilote, que son los pelos del maíz cuando aún la mazorca está tierna. Sin embargo también hacían las barbas con otros materiales como papel.
Franco nos comenta que también las personas disfrazadas de huehuenches tenían que cambiar su voz para que no los reconocieran y no fueran víctimas de represalias en ese entonces por parte de los españoles. Aún se sigue conservando esa característica en los chinelos del municipio de Tlayacapan.
Después de esta gran explicación, comenzamos a recorrer la exposición del museo, donde las paredes tenían marcado el nombre de qué es lo que hablaba en esa sala para tener un mejor contexto.


Comenzamos con los orígenes y huehuenches que fue lo que nos explicó el señor Franco, pudimos observar instrumentos que acompañaban a los huehuenches en los primeros tiempos de carnaval, entre ellos estaban unos tambores y un clarinete. En esa sección está colgada una fotografía de personas que se disfrazan de huehuenches el primer día de carnaval para recordar los orígenes de la Danza del Chínelo en el municipio de Tlaycapan.
De lado derecho había una representación de cómo era la vestimenta de aquellos tiempos para la Danza de los Huehuenches, era traje de manta, un sombrero y unas plumas, acompañado de las máscaras caracterizadas por tener el aspecto físico de los españoles.
A nuestro lado izquierdo pudimos ver una pared con fotos de 4 bandas que tocaron el Chínelo en los años 60, por ejemplo la banda de Tlalquitenango, Puente de Ixtla, Jiutepec y Tepoztlán.
A su lado notamos que estaba enmarcado el fragmento de la partitura de los sones de la Danza del Chinelo.


Seguimos caminando por el pasillo y encontramos la historia de la indumentaria del carnaval, que nos cuenta cómo fue evolucionando el traje de chinelo, donde anteriormente se componía de un sombrero de palma doblado hacia arriba y decorado con lentejuela, pluma de avestruz, marabú y paliacates para colocar en el sombrero y cubrir la cara, posteriormente se fueron integrando la máscara con cejas, bigote y barba, el volantón, los guantes y las botas en Yautepec.
A nuestra izquierda, vimos el primer traje de chinelo de esta exposición detrás de una pared color limón y con 4 fotografías en la pared , era el traje del poblado de Atlatlahucan era un traje muy sencillo sin dibujos solo con marabú, sombrero y paliacate.


En una vitrina a lado del traje de Atlatlaucan estaba exhibido un sombrero que elaboró uno de los artesanos más importantes de Tlayacapan el Sr. Ángel Rojas que dedicó la mayoría de su vida a rescatar y conservar las tradiciones de su pueblo. A lado del sombrero encontramos un póster sobre las partes del traje de chinelo en la actualidad.
La siguiente parte de la exposición fue del municipio de Tlayacapan donde vimos el traje del poblado detrás de una pared color café, el traje de chinelo es color blanco de tela de algodón con 3 franjas color azul y su sombrero muy sencillo adornado con plumas, que es considerado el traje más sencillo original y tradicional.
Cabe señal que es el único chinelo que habla o emite un sonido llamado fálsate, gracias a ese sonido son conocidos como los “pipilas” emitiendo un sonido burlón.
Después nos encontramos el traje de chinelo de Tepoztlán, color negro con marabú blanco, con una mascada de seda sinónimo de elegancia, donde la máscara pasó de ser piedra o papel , a forjarse de alambre de mosquitero y para la barba con cola de buey.


Durante nuestro recorrido pudimos notar que en todas las paredes había fotografías de chinelos, personas disfrutando el carnaval, y la mayoría de estas fotos eran tomadas por fotógrafos muy reconocidos en Morelos por ejemplo; Fernando Soto.
Al fondo del museo se encontraba un traje de chinelo que te roba la atención desde que estás en la entrada, un traje lleno de colores vistosos y dibujos, sin duda para mí fue mi favorito: el de Yautepec.
Es muy interesante porque pudimos leer que Yautepec es el único municipio que cuenta con 2 trajes de chinelo, uno que es el tradicional que es similar al de Tepoztlán , pero con colgantes de lentejuela y chaquira y con figuras prehispánicas pero está casi por extinguirse, la innovación del traje de chinelo en Yautepec fue gracias a Federico Palacios en 1961, y actualmente de uno de los artesanos más conocidos en el municipio Adrián Guzmán Jiménez, donde la realización del traje es el más complicado porque se utilizan materiales como lentejuela y chaquira de colores muy llamativos.
Sin duda esta es la sección que más nos ha gustado del museo por la explosión de colores en el traje y en las fotos exhibidas para el traje de Yautepec.
Llegamos a una de las últimas secciones que eran de «Los Artesanos», donde a través de una vitrina se mostraba en imágenes el proceso de elaboración de todos los colgadijos que traen los trajes, y también los bocetos para sombreros y máscaras.


En este punto el señor Franco se acercó con nosotros y nos comentó que todos los sábados a las 10 de la mañana en la parte de arriba del museo hay una clase de elaboración de Traje de Chinelo (lentejuelas y chaquira), pero a esa hora ya había acabado la clase, sin duda nos quedamos muy intrigados por entrar a la clase y conocer un poco más. Queremos volver a visitar el museo para poder admirar el trabajo de los artesanos.
En frente de nosotros estaba la pared de “En otras regiones” donde pudimos apreciar a través de fotografías y un texto que el Brinco del Chinelo no solo es en Morelos, si no ha llegado a lugares dentro de México como Guerrero, Puebla, Estado de México e incluso internacionalmente en Estados Unidos; Arkansas, Chicago entre otros, hay exhibiciones de trajes de Chinelo en Suiza y Alemania.
Es una tradición muy bonita que ha logrado traspasar fronteras.
Pudimos ver una pared llena de los diferentes tipos de máscaras de chinelos que se utilizan o utilizaron en su tiempo, diferentes colores, texturas y materiales, entre ellos una de papel y las demás de malla de alambre que son las tradicionales.
Ya estaba por terminar nuestro recorrido en la última sección que se llama “En el arte” donde el chinelo ha sido figura de inspiración para diferentes artistas y disciplinas como la pintura, grabado y cerámica.
En esta sección vi una pintura que en lo personal fue la que más me gustó y fue donada por la familia de Ernesto Alonso un famoso productor de televisión.
Ya había acabo el recorrido pero llegó nuestro amigo Franco y nos dijo que pasáramos a una especie de sala , donde nos dijo que había algo especial, cuando entramos parecía una sala de cine donde podías sentarte y había una pantalla donde pasaban videos de la Danza de Chinelo en diferentes municipios y lugares del estado.
Al salir de la sala a nuestro costado estaba la última exposición que eran las banderas de las comparsas que tocan la Danza del Chinelo, frente a nosotros había otro traje de chinelo de Yautepec y en la leyenda de la pared decía “Artesano del mes” donde le preguntamos a Franco qué era eso , y nos explicó que cada mes hay un nuevo traje en exhibición que es seleccionado de uno de los artesanos de Yautepec, en este caso era el traje del artesano Adrián Guzmán.
Finalizamos nuestro recorrido y nos llevamos muchos aprendizajes sobre la historia del chinelo, su traje y danzas, Franco nos preguntó si teníamos alguna duda o pregunta, la verdad es que no y quedamos fascinados por la exposición y el gran trabajo que hicieron montando todo el museo y los trajes.
Nos tardamos como 30 minutos en recorrer y en detenernos a leer cada una de las explicaciones en los pies de foto y placas que había, es una experiencia muy tranquila y enriquecedora, no requieres de mucho tiempo para recorrerla, ya que es pequeña pero tiene muchas cosas por ver.
Agradecemos la amabilidad del señor Franco , encargado del museo por brindarnos una explicación y siempre estar atento si necesitábamos preguntar algo.
Queremos invitarte a darte una vuelta por el museo, ya que es importante tener conocimiento acerca de la historia de nuestras tradiciones en Morelos , que han cruzado fronteras, siempre es bueno aprender algo nuevo.
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