Don´t Worry Darling: ¿Es una buena película más allá del drama?
La cinta de Olivia Wilde ha generado todo tipo de polémicas desde su promoción hasta su lanzamiento

Por Emiliano Güemes
El pasado 22 de septiembre se estrenó la cinta “Don´t Worry Darling” en el cine nacional, y el día sábado tuve la oportunidad de vivir en carne propia la experiencia de admirar tan ansiada producción. Cabe recordar que el filme se proyectó por primera vez en el Festival Internacional de Cine de Venecia, el día 5 del mes en curso, generando todo tipo de reacciones en los espectadores.
Y es que, esta película ha dado pie a un debate intenso desde que empezó su rodaje, pues en un principio se había elegido a Shia LaBeouf en el rol de coprotagonista junto a Florence Pugh, pero finalmente sería sustituido por Harry Styles (otra decisión polémica, pues el cantante británico no tiene una experiencia amplia como actor, además de que comenzaría una relación con la directora del proyecto); a esto se le sumarían mensajes y llamadas filtradas respecto al tema, además de la negligencia de Florence Pugh para promocionar la cinta, pues, creía que la directora enfocaba la misma a exponerla en las escenas “candentes” de la película. Todo llegaría al límite en la proyección de la película, cuando se presume que Harry Styles supuestamente le habría escupido a Chris Pine -otro actor que podemos reconocer en la cinta- lo que provocaría la explosión de las redes sociales, dando una difusión masiva a todo el drama detrás.
Pasando a la crítica, considero que es mejor ver la película con un juicio imparcial, y apartado de todo lo anteriormente mencionado, pues así podemos apreciar mejor el proyecto como tal. Entrando de lleno en la trama, es posible que entre en la categoría de suspenso, con conceptos parecidos a películas como Midsommar o Get Out. La historia nos presenta a Alice (Florence Pugh) y Jack (Harry Styles), una pareja que en un principio encarna el arquetipo perfecto de un “matrimonio feliz”; ella es una ama de casa, que prepara el desayuno, limpia el hogar y tiene la comida lista cuando su esposo vuelve del trabajo, un trabajo misterioso donde los hombres que allí se desempeñan no pueden contar nada respecto a sus actividades, y las familias viven juntas en una especie de vecindario con todas las facilidades que uno puede imaginar; todo este mundo perfecto se empieza a desmoronar cuando una de las esposas empieza a mostrar inconformidad, al punto de generar en Alice la sensación de que se le está ocultando algo.
En lo personal, me pareció una película entretenida, algo compleja de entender al principio, pero con una historia que va desenvolviendo los sucesos poco a poco, y que finalmente te tiene esperando para poder saber cuál va a ser el final. Trata temas muy interesantes, dándonos una crítica social a la misoginia, a la extrema derecha y al típico modelo idílico sobre la familia, habla de lo peligrosa que puede resultar la nostalgia y nos da un vistazo a qué tan lejos pueden llegar las fantasías. Sobre los recursos sonoros, creo que hay un muy buen uso de pausas y silencios, además de una grandiosa música de acompañamiento que complementa de buena forma lo que podemos ver, sobre la fotografía, me parece que tiene planos brillantes, utilizando constantemente la ley de la simetría para transmitirnos esa inquietante sensación de un mundo perfecto, donde todo se planea hasta el más mínimo detalle.
Pasando a las actuaciones, la película se sostiene totalmente gracias a Florence Pugh, quien, una vez más, nos muestra sus dotes actorales para lograr construir un personaje fuerte, empático y con convicción, que es justo lo que el filme necesita. Por otro lado, Harry Styles demuestra que tiene el potencial para hacer una buena carrera en el cine, en un papel que le exige más respecto a sus actuaciones anteriores; se siente una evolución, aunque opino que se llega a ver un poco limitado en el manejo de emociones. Olivia Wilde, quien además de dirigir tiene un papel secundario, tiene un rol “odioso” que encaja con el ambiente de la película.
Finalmente, creo que es una película a la que debemos de dar una oportunidad, cumple la función de entretener, y, aunque quizá falten momentos o imágenes que tengan un impacto mayúsculo -desde mi punto de vista, hubiera estado bien experimentar un poco más con el lado terrorífico de la trama- es arriesgada con la propuesta y los conceptos que trata, y nos da un final que se siente satisfactorio.
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