CATEGORÍA: DEPORTES / ANÁLISIS / NACIONAL
Por La Bellota
Grandes cambios llegaron este 2020 al fútbol mexicano, entre los que se encuentran las pausas de hidratación y las medidas protocolarias de higiene, los cientos de cambios por partido, las ventanas de convocados, la herejía de tener a América y Cruz Azul compartiendo el Estadio Olímpico Universitario con Pumas, la llegada inesperada del Morelia Morado a las costas de Mazatlán, encuentros sin público, partidos de seis puntos y el tema que es el acontecer de este texto: el repechaje.
Como parte del ya muy sui géneris torneo Guardianes 2020 de la LigaMx, vuelve al fútbol mexicano el tan polémico repechaje, en el que se abre la oportunidad de ganar el título a 12 de los 18 equipos participantes del torneo. Así que, no importa en realidad qué tan malo haya sido el desempeño de tu equipo, mientras permanezca dentro de los primeros 12 de la tabla general, mantiene una esperanza. Equipos que a estas alturas ya hubieran perdido toda oportunidad de luchar por el título de este torneo como Santos, Pachuca, Toluca, Necaxa y Puebla, tendrán una oportunidad más de entrar a la liguilla y así enfrentar al León o cualquiera de los tres equipos capitalinos, que resultaron apabullantes la mayor parte del torneo; porque seamos realistas, con suerte, su mayor logro será poder clasificar a la verdadera liguilla, ya que, el triunfo de igual forma será para equipos que han demostrado tener el nivel suficiente para permanecer en los primeros puestos de la tabla durante todo el torneo, o al menos así debería ser, aunque un descuido podría tirar a la basura el esfuerzo de seis meses.
¿Cuál es el problema entonces con el repechaje? La mediocridad y el bajo nivel que fomenta esta metodología, porque significa que desde el inicio del torneo todos los equipos cuentan ya con una alta de probabilidad de avanzar a la siguiente ronda, con el mínimo esfuerzo. Estamos hablando de que un equipo en posición 12 (que obviamente cuenta con más derrotas que victorias) pueda clasificar a la liguilla, resulta irrisorio que un equipo con este desempeño reflejado en sus números pueda aspirar a un campeonato de primera división, pero es todavía más increíble que sean más de la mitad los equipos que tengan la oportunidad de clasificar a la fase final del torneo.
Tenemos el claro ejemplo de los que de panzazo lograron entrar al repechaje, Toluca, con récord de perdedor, y Puebla con un muy pobre desempeño, y que de entrar en una racha podrían resultar campeones ¿Me explico? equipos como León o Pumas podrían descansar a mitad del torneo sin que realmente esto les traiga consecuencias, porque, finalmente mientras permanezcan en los primeros 12 lugares, aún pueden ganar lo que les constaba mucho más esfuerzo en el anterior sistema de la LigaMx.
Vamos a ver, al desaparecer la Liga de AscensoMx, automáticamente se elimina toda clase de competencia para los equipos que viven en el fondo de la tabla, por lo tanto es casi una necesidad crear aunque sea un hilo de esperanza para estos equipos, algo completamente impensable con el formato anterior.
Esto representa que se alargue la fase final del torneo, lo que significa más fútbol de “alto nivel”, pues cada seis meses vendrán estos cuatro enfrentamientos que definirán la fase final. Además, por ser duelos a un solo juego, tendrán a todos los aficionados al borde de la emoción del fútbol. Pero no se confundan, que nada de esto es a favor de la afición o de los equipos destinados al ahora inexistente descenso; más bien todo esto se hace porque para bien o para mal, el fútbol mexicano más que un deporte, es un negocio.