Por: Eva García.
De acuerdo con la página oficial de El País, la compañía puso en marcha en Shanghái un proyecto piloto de vehículos autónomos que pretende extender por toda China e incluso a América Latina
El gobierno de la capital económica de China otorgó el permiso para poner en marcha los vehículos sin conductor en el distrito de Jiading, y Didi ya tiene listos 30 coches de nivel autónomo 4 para ofrecer un servicio que pretende extender en un futuro próximo a otras ciudades del gigante asiático, e incluso fuera de sus fronteras. No obstante, El País ya ha podido probar el servicio en un circuito cerrado habilitado durante la Conferencia Mundial de Inteligencia Artificial, que se celebra en Shanghái. No hay más que abrir la aplicación, seleccionar el trayecto que se desea realizar, aceptar la propuesta de un vehículo autónomo, y esperar a que el coche llegue hasta el punto en el que el GPS localiza al cliente. Una vez dentro, el pasajero confirma el destino e inicia el viaje tocando una pantalla. El coche, un modelo del fabricante americano Lincoln, se pone en marcha automáticamente y muestra tanto el camino como los diferentes obstáculos que registran el sistema LIDAR, los sensores, y las cámaras montadas en el techo.
El vehículo reacciona correctamente ante las señales de tráfico, frena cuando se encuentra con peatones ficticios ubicados al azar o reductores de velocidad de tipo trapezoidal, y se guía sin problemas por las diferentes ‘calles’ del circuito. En un momento dado, un coche tradicional se cruza en su camino y el de Didi da un frenazo más brusco para evitar chocar con él. Al volante hay un conductor porque así lo exige la normativa de seguridad, pero en ningún momento toca ningún elemento de control del automóvil, que se detiene exactamente en el punto determinado.
Didi hizo planes a corto plazo: para el año que viene espera tener operativos sus “robotaxi” en tres ciudades chinas, y en 2021 quiere llevarlos fuera de sus fronteras. Posiblemente a Japón y América Latina, donde tiene operaciones en cuatro países.
Los datos también sirven a Didi para otros menesteres. Por ejemplo, la empresa coopera con diferentes gobiernos municipales para mejorar la circulación en calles y carreteras, conocer bien los flujos del tráfico nos permite predecirlos y crear sistemas más fluidos.
El objetivo, recalcan, no es solo poner en marcha vehículos sin conductor, sino crear un nuevo modelo de movilidad integral al que se sumen elementos como el transporte público o incluso las bicicletas compartidas. “Estamos convencidos de que, en los próximos 20 años, el transporte va a dar un vuelco para hacerse eléctrico y autónomo. La inteligencia artificial va a ser crucial, pero también el abandono de la idea de que hay que adquirir un coche. Compartirlo es el futuro”, sentencia Zhang.
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