Por: Brenda García.
De acuerdo con lo publicado en la página oficial de Excelsior; el 29 de octubre del presente, en medio del apogeo del otoño, se produjo durante la madrugada el cambio de horario, en el que se retrasaron los relojes una hora. A las 3:00 a.m. los celulares y dispositivos electrónicos marcaron de nuevo las 2:00 a.m.
A este horario se le conoce como “horario de invierno” y fue con el que los mexicanos vivieron hasta el 30 de abril de 1916, fecha en la que se instauró el horario de verano o “tiempo de ahorro de luz”. La entrada del horario de invierno se llevó a cabo para un mayor ahorro energético, estimado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) en un 5% del consumo eléctrico.
A pesar de esto, el cambio de horario llega a tener afectaciones en las personas; existen estudios que sugieren que las afectaciones más significativas se generan en el estado de ánimo, y no a nivel fisiológico, así lo señalan especialistas de la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM. Dichos estudios apuntan que pueden generar alteraciones como insomnio, irritabilidad y un bajo rendimiento laboral.
Por lo que es muy importante mantener una buena rutina de sueño, no abusar de las bebidas que contienen cafeína, practicar una buena alimentación y hacer ejercicio, así el organismo se adaptará con mayor facilidad.