Roberto López Portillo Urban

El 22 de septiembre de 2024 fue un día que Lorena Núñez, jugadora de Bravos Football, no olvidará pronto. Con apenas 20 años, ya se encontraba disputando su cuarta temporada en la Liga de Flag Football Morelos, y aunque la experiencia ya le era familiar, el nerviosismo y la emoción seguían presentes. «Cada temporada es una nueva oportunidad», pensaba mientras llegaba a las canchas esa mañana, lista para darlo todo en el campo.
El ambiente estaba cargado de energía. Equipos como los Rockets, conocidos por su estilo de juego veloz y agresivo, llamaban la atención de todos desde el principio. Pero Lorena, aunque siempre admiraba la competitividad, se concentraba en lo más importante para ella: el trabajo en equipo. Para ella, el flag football no es solo un deporte, es una manera de aprender a confiar en sus compañeros y disfrutar del juego más allá de las victorias o derrotas.
El primer partido de su equipo fue intenso. Bravos Football se enfrentaba a los Huskies, quienes no tardaron en demostrar que querían comenzar la temporada con una victoria. «Cada jugada parecía más rápida que la anterior», comentó Lorena después del partido, recordando los momentos más tensos del encuentro. A pesar de la presión, el esfuerzo conjunto de los Bravos les permitió llevarse la victoria, y Lorena no pudo evitar sonreír al ver cómo su equipo funcionaba como una unidad bien coordinada.
Mientras descansaba y observaba otros partidos, como el emocionante enfrentamiento entre los Trubumasters, Lorena reflexionaba sobre el crecimiento de la liga. La Liga de Flag Football Morelos no solo se ha convertido en un espacio competitivo, sino también en una comunidad donde el respeto, la convivencia y el desarrollo personal están en el centro de todo. Lorena estaba impresionada por los avances tecnológicos que la liga había implementado este año, como las transmisiones en vivo y las estadísticas en tiempo real, algo que no imaginaba cuando empezó a jugar hace unos años.
Al final del día, aunque agotada, Lorena se sentía más que satisfecha. Para ella, el flag football es mucho más que un deporte; es una oportunidad para crecer como persona y crear lazos con sus compañeros y oponentes. La temporada había comenzado de la mejor manera, y aunque quedaban muchos partidos por delante, Lorena estaba segura de que este sería un año inolvidable para todos en la Liga de Flag Football Morelos.
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