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Por: José Manuel Franco Osorio

En el pintoresco corazón de Cuernavaca, específicamente en la calle Comonfort 17, Esq. con Morrow. Centro, Cuernavaca, se encuentra un rincón que cautiva tanto por su ambiente acogedor, como por su exquisita oferta gastronómica y cultural. Barecito Café, un espacio emblemático desde 1985, ha sido el epicentro de encuentros entre amigos, familias y artistas, con una tradición que perdura y se renueva con el tiempo.

«Barecito Café es más que un simple establecimiento; es un proyecto gestado con el corazón, que busca fusionar la gastronomía con el arte y la cultura, ofreciendo un espacio donde todos son bienvenidos», compartió Camelia la dueña, con entusiasmo.

Con una oferta que abarca desde cafés con sabores exóticos, hasta crepas elaboradas con ingredientes orgánicos y naturales, Barecito Café se distingue por su compromiso con la calidad y la innovación. «Nos esforzamos por ofrecer productos únicos, como nuestro chocolate artesanal elaborado con cacao de Oaxaca, que ha sido cuidadosamente seleccionado para brindar una experiencia sensorial incomparable», explicó el barista principal del café.

Pero más allá de su oferta gastronómica, Barecito Café se destaca por su compromiso con la comunidad artística local. Con una pequeña galería que exhibe obras de artistas emergentes, el café se convierte en un espacio de encuentro y expresión para aquellos que buscan compartir su creatividad con el mundo.
Además, Barecito Café se enorgullece de ser un espacio inclusivo y seguro para todos sus visitantes. Con políticas claras que promueven el respeto y la tolerancia, el café se ha convertido en un punto de encuentro para personas de todas las edades, orientaciones y procedencias.

Con una cálida bienvenida y una atención personalizada, Barecito Café invita a todos a sumergirse en un mundo de sabores y sensaciones, donde cada visita es una experiencia única y memorable. Si estás en Cuernavaca, no puedes dejar de visitar este oasis de arte y sabor en el corazón de la ciudad.