Por: Aylin Valdez.
De acuerdo con lo publicado en la página El País, la guerra civil en Yemen, que ha durado más de tres años y a la que pocos prestan atención, ha dejado sin colegio a dos millones de niños yemeníes, bien por los daños causados en los centros educativos, bien por el clima de violencia.
Adel al Shorgaby, un profesor de Taiz, una localidad en el suroeste del país ha decidido abrir las puertas de su casa a los niños de la ciudad para que puedan seguir con sus estudios. «Todos los colegios han cerrado y teníamos el problema de que nuestros niños estaban en las calles», señala Al Shorgaby. Ahora, los menores hacen cola a las puertas de su casa.
Las instalaciones son muy básicas. La casa tiene paredes desnudas y ventanas rotas a causa de las hostilidades. Unas cortinas sirven para separar los distintos espacios. Los alumnos se sientan en el suelo y comparten todo el material, que procede de donaciones.
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