Es una ruta escondida en las partes altas de la Ciudad de México, recorre 60 kilómetros y conecta a la capital del país con el estado de Morelos.

Maya Ocampo
Desde el año 2004, turistas y deportistas utilizan como ciclovía la antigua ruta de ferrocarril México-Cuernavaca construida en 1865.
Dicha ruta escondida se encuentra ubicada en las partes altas de la Ciudad de México, recorre 60 kilómetros y conecta a la capital del país con el estado de Morelos.
Quienes viven y trabajan cerca del lugar cuentan que es una ruta histórica, “El ejército sureño o el ejército de Emiliano Zapata lo utilizó como medio de transporte”, José Míreles, comunero San Miguel Ajusco.
Los habitantes aún recuerdan las locomotoras que pasaban por estas vías.
“Yo todavía, que vine a vivir a San Miguel Ajusco hace 20 años, todavía existían las vías, es más vi todavía pasar un tren, antes era camino a Cuernavaca”, Elías Vázquez, habitante San Miguel Ajusco.
Al día de hoy, es una ruta socorrida y recorrida por deportistas y turistas, quienes aseguran que cruzarla para ellos es un reto.
Quienes vieron pasar el tren ahora ven pasar ciclistas, para ellos esta transformación representa una oportunidad para ofrecer servicios, cuidan la ciclovía y esperan que estos espacios sigan creciendo.
Por esta razón los habitantes de la zona opinan que se debe preservar y abrir más rutas seguras cómo esta para promover el deporte y las actividades al aire libre.
Deportistas aseguran que aunque es larga, hasta el momento dicha ciclovía es bastante divertida y segura de recorrer.
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