Por Jaime Alejandro
El maltrato animal es un tema muy común y relevante en la actualidad, a lo cual uno pensaría que con la relevancia de las redes sociales y la ola de ideologías que existen en la actualidad habrían convertido ese tema en algo del pasado, pero la situación es la opuesta, ya que las noticias mostrando su cotidianidad demuestran que es muy difícil desaparecerlo de la sociedad actual; alguno de los factores que provocan esto, pueden deberse al origen inconsciente de impulsos agresivos hacia alguien o algo, en los que se toma como objeto sustituto, al animal.
En los niños también influyen los modelos adultos de interacción con los animales, así como de cualquier otra forma de violencia. Los más propensos a estos comportamientos son aquellos que han sufrido abusos, negligencia o maltrato familiar, lo cual puede ser un cuchillo de doble filo, ya que de cierta manera se les puede justificar sus actitudes a esas personas, quienes desean causarle el sufrimiento que viven a otros para poder sentirse mejor, pero al mismo tiempo es algo que no se les debería permitir a esas personas, ya que el tema en cuestión es que el maltrato animal no debería ser permitido, fuese el motivo cualquiera.
Está mal causarle daño a un ser vivo que siente dolor de la misma manera que nosotros, ya que, como seres humanos, muchas veces nos creemos una especie superior a las otras; por ejemplo, los experimentos que las farmacéuticas hacen con los animales y que nadie controla, y que es una manifestación del trato cruel hacia ellos, pero a pesar de esto, estamos conscientes de que los seres vivos sienten dolor o sufrimiento, sensaciones que no son exclusivas de los humanos.
Estas conductas se muestran en algunos menores a través de negligencia, abandono, tenencia irresponsable, falta de empatía hacia otros seres vivos, exposición a espectáculos crueles con animales o actos de crueldad etc.
Los padres deben ser modelo de comportamiento y educar sobre este tema a sus hijos. Si un niño o adolescente manifiesta maltrato animal, es señal de que algo no está bien, ya que es importante que los padres le transmitan valores como respeto, amor y límites, cuando se pasan por alto estos comportamientos crueles hacia los animales, la sociedad puede minimizar también otros tipos de violencia y sociopatía de adultos.
Una de las cosas más peligrosas que le pueden pasar a un niño, es matar o torturar a un animal y salirse con la suya, porque si esta mala conducta no se controla, puede tener repercusiones en el futuro. Los menores que abusan de los animales pueden vivir en situaciones de abuso y pueden ser violentos hacia las personas, y si este fuera el caso, se recomendaría que el pequeño inicie un proceso de acompañamiento psicológico para que esta conducta pueda ser contrarrestada de su vida.
Sobre este tema me parece curioso como hay adultos que predican y promueven el abuso animal ante sus hijos, quienes repiten estas conductas, aunque hay casos en los que incluso los menores se interponen entre sus padres y los animales, ya que ello sí tiene esa empatía a una temprana edad, lo cual demuestra que incluso un niño, de cierta manera tiene más raciocinio y corazón que un adulto.
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