Betty Núñez Pérez.
El periódico El País publicó que el Gobierno de Donald Trump tiene previsto conceder 20 millones de dólares en ayuda a México para acelerar la deportación de inmigrantes irregulares en ese país y evitar que lleguen a Estados Unidos. Dicha decisión supone un golpe de realidad y un giro drástico por parte de Trump. La Administración de Trump ha decidido utilizar parte de los fondos de ayuda exterior del Departamento de Estado para transferirlos al Departamento de Seguridad Interior con tal de fortalecer, a través de México, su política migratoria.
Los 20 millones de dólares se utilizarán para deportar hasta 17.000 inmigrantes indocumentados en México, según una notificación del Gobierno estadounidense al Congreso.
El Departamento de Seguridad Interior estima que los nuevos fondos pueden propiciar un aumento del 10% en la expulsión de inmigrantes latinoamericanos por parte de las autoridades mexicanas.
Trump ha demonizado tanto la inmigración que se ha convertido en un pilar de su presidencia. Ha facilitado las expulsiones y ha restringido programas migratorios, pero muchas de sus medidas más polémicas han quedado estancadas por el rechazo del Congreso, los tribunales o la opinión pública. Su plan de construcción de un muro con México apenas ha recibido financiación de los legisladores y la Justicia lo ha forzado a disminuir la cifra inicial a inmigrantes de países de mayoría musulmana.
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