Por: Leilami Ledesma.
De acuerdo con lo publicado en el periódico El Español, El Gobierno de Justin Trudeau ha estado actuando en secreto para proteger a un colectivo fuertemente perseguido en Rusia.
“Los retienen ilegalmente. Los humillan, golpean y electrocutan. Muchos regresan a casa moribundos. La homofobia es extrema y desenfrenada, por eso las personas LGTB se enfrentan a persecuciones y chantajes constantemente”. Con esta contundencia explica Tanya Lokshina, directora de programa de Human Rights Watch (HRW) en Rusia, el calvario al que cientos de homosexuales se enfrentan en Rusia y por el que se han visto obligados a abandonar el país rumbo a Canadá.
“En Canadá y en todo el mundo debemos seguir luchando contra la homofobia y la transfobia, y defender la expresión de género, la identidad de género y los derechos de orientación sexual”, dijo recientemente el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, en el discurso del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia.
“Condenamos los informes recientes y reprobables de violaciones de los derechos humanos de los homosexuales y bisexuales en Rusia. Hacemos un llamamiento a la protección de todas las personas cuya orientación sexual las convierte en un blanco de persecución”, anunció el mandatario.
Bajo esta premisa, el plan del Gobierno canadiense de acoger a los homosexuales rusos perseguidos ha estado operando encubiertamente por temor a las represalias. Kimahli Powell, directora ejecutiva de Rainbow Railroad, la organización oficial canadiense encargada de acoger y dar asilo a los homosexuales rusos, ha señalado que: “tenemos que ser discretos sobre el programa durante el mayor tiempo posible para mantener su seguridad”.
“Ahora tenemos que centrarnos en el asentamiento y la integración de estas personas. Es importante que nuestra comunidad, que está preocupada por ellos, sepa que están aquí, que están a salvo”, ha asegurado según The Independent. En lo que va de verano, Rainbow Railroad ha proporcionado asistencia en viajes para 35 personas con ayuda del Gobierno que preside Trudeau, quien asegura que “los derechos humanos no tienen fronteras”.