Por: Alejandra Ríos Castillo.
El promedio de libros que lee un mexicano cada año casi se duplicó en una década: pasó de 2.9 a 5.3 ejemplares, reveló la Encuesta Nacional de Lectura y Escritura 2015., pero en esta encuesta hay datos verdaderamente preocupantes porque seis de cada 10 entrevistados afirmaron dejar “siempre o en ocasiones” sus libros a la mitad.

Lo que si podemos observar claramente es un incremento se observa un incremento entre las personas que no terminaron sus ejemplares: en ese año sólo 2.5 de cada 10 lo reconoció.
Alicia Peredo Merlo, investigadora de la UdeG, nos dice lo siguiente “Leer implica más cosas que sólo leer un libro de principio a fin, que pudiera ser lo ideal, pero en literatura hay otros libros de consulta o ensayos que uno puede dejar de lado momentáneamente sin que, por ello, haya dejado de ser productiva la lectura”.
Benito Taibo( escritor) menciona que hay que contextualizar que los millones de pobres que no tienen acceso a la educación, tampoco lo tienen a los libros, y si se
prescinde de esos datos el promedio de lectura subiría más.
En la encuesta, elaborada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), se indica que las personas registradas con nivel socioeconómico bajo cuentan sólo con 19.3 libros (de todo tipo: de texto, revistas y novelas) en su casa, en promedio, mientras que los de nivel alto tienen 168.5. Por eso Taibo detalla que, para aspirar a un “país de lectores”, debe implementarse la justicia para abatir las brechas “inmensas” entre ricos y pobres.
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