Por: Saulo Jacob Galindo Iturbe.
Jim Zetz es un hombre de 62 años que padece una enfermedad terminal, y se encuentra en sus últimos momentos. Sabiendo que le quedaba poco tiempo de vida decidió anticiparse y dejarle a su hija, Josie Zetz, un regalo único. Organizó para el cumpleaños de la niña una boda sorpresa, cumpliéndole el sueño de acompañarla al altar del brazo en su gran día.
Jim y su esposa hablaron con Lindsey, una fotógrafa especializada en enfermos terminales que con gusto retrató el momento en que Jim llevaba a su hija al altar. También pidieron donaciones y regalos para Josie, de modo que pudiera sentirse una verdadera princesa en el día de su boda anticipada.
El regalo que Jim quiso dejarle fueron las fotos de ella vestida de novia y de él a su lado, para que cuando ella se casara algún día en el futuro pudiera sentir a su padre un poco más cerca, acompañándola a pesar de no poder estar físicamente. Jim se encuentra en el estado cuatro de la enfermedad, una fase ya avanzada y grave.
Si bien la boda de Josie, de tan solo 11 años, no era real, fue un momento que atesorará por siempre.

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