CATEGORÍA: OPINIÓN / NACIONAL / INVESTIGACIÓN
Por: Jesús Lemus
El cannabis ha formado parte de la cultura humana por más de 12, 000 años. A lo largo de la historia, sus usos industriales han sido diversos y apreciados desde textiles, cordajes, papeles, forrajes, cosméticos y aceites. El cannabis es una angiosperma, una planta con una flor que se desarrolló por primera vez en el cretácico.
Generalmente es de un solo sexo, desarrollándose las flores macho y hembra en plantas distintas; contiene una clase completa de sustancias químicas que no se encuentran en ninguna otra.
El uso de la Cannabis era tanto para textiles como para su uso medicinal. Hernán Cortés la importó para dársela a los indígenas quienes rápidamente aprendieron a cultivarla y desarrollarla en el territorio.
Por otro lado, existen documentos los cuales comprueban que el cannabis tenía un uso en rituales espirituales, en donde las comunidades de San Juan del Rio, Querétaro la utilizaban como un medio para entrar en una especie de “transe” para adivinar si el matrimonio entre dos jóvenes debía producirse o no.
Su uso poco a poco se fue popularizando hasta un punto que en el siglo XX era ya algo común, en la época de la Revolución era cada vez más y más el consumo de la misma, en un punto la migración mexicana para Estados Unidos llevó la costumbre de consumir, originando conflictos socioeconómicos que terminaron para agravarse por la llegada de la depreciación de 1929.
En la actualidad, el narcomenudeo dota de drogas ilícitas a millones de consumidores mexicanos, es así como un vendedor ofrece una cantidad determinada de drogas y por otra parte hay un consumidor que está dispuesto a pagar por ella para utilizarla para su uso personal, lo que lo diferencia del narcotráfico que busca como primera actividad en la que el comprador buscara comprar y revender la mercancía.
En otras palabras, de la cadena de operaciones de mercado que se realizan en el tráfico de drogas ilícitas, el narcomenudeo es el eslabón final del narcotráfico. En el narcomenudeo hay dos actores principales: los vendedores y los consumidores. Los primeros, según las leyes establecidas, son considerados delincuentes del fuero federal por participar de los llamados delitos contra la salud; los segundos, por su parte, no solo son considerados delincuentes sino, las más de las veces, también enfermos.
Legalización de la marihuana en México
¿Por qué legalizar la marihuana en uno de los países más violentos? Podemos darnos cuenta, sin mucho esfuerzo, que México necesita urgentemente una reforma política sobre el consumo de ésta. La implantación de una visión policial y represiva como respuesta al problema de las drogas ha ocasionado una violencia exagerada que el país ya no aguanta. El senador morenista, Mario Delgado, presentó la iniciativa con proyecto de decreto que expide la ley general para el control del cannabis y sus derivados, así como su reforma de diversas disposiciones de la ley general de salud; el código penal federal; y la ley del impuesto especial sobre producción y servicios.
La presente propuesta se enfoca a delinear un cambio de política, la cual debe de estar orientada a informar, educar y prevenir sobre las consecuencias y efectos perjudiciales vinculados al consumo de sustancias estupefacientes o psicotrópicas, como el cannabis. También busca propiciar un ambiente óptimo para el desarrollo científico en el ámbito de la salud. Toda la evidencia demuestra lo perjudicial de haber sostenido y mantenido la política del prohibicionismo sin fomento educativo alguno.
En la política de las drogas, el mundo transita de la división de un gobierno policial, a uno de libertades y protección de derechos. Del combate a la oferta y la represión al consumidor, hoy varios países han transitado, y otro tanto inicia el proceso de transición de a un modelo de salud pública, basado en la reducción de riesgos y daños para los consumidores y la regulación de los mercados de las drogas.
El Congreso de la Unión avanzó con la regulación del uso médico de la marihuana. Se dictaminó la iniciativa del Ejecutivo Federal, del 21 de abril de 2016 sobre el uso médico, control sanitario y descriminalización de los consumidores de marihuana. Sin embargo, no se aumentó el gramaje para portación de marihuana ni se descriminalizó efectivamente a los consumidores. A pesar de que el ejecutivo federal propuso aumentar el gramaje permitido para posesión legal de marihuana de 5 a 28 gramos y descriminalizar al consumidor, la propuesta no prosperó.
Despenalización vs violencia
De aprobarse la iniciativa, México podría ser el tercer país del mundo, después de Uruguay y Canadá, en legalizar la marihuana recreativa.
Intelectuales y políticos, como los expresidentes Vicente Fox y Ernesto Zedillo se han pronunciado por la despenalización de las llamadas drogas blandas para mermar el poderío de los cárteles de las drogas y combatir la violencia criminal que golpea a México desde hace más de una década.
El modelo propuesto es uno de «regulación legal estricta», descrito como punto medio entre la prohibición absoluta y el libre mercado y que se caracteriza por un mercado comercial «regulado y monitoreado en toda la cadena de valor».
Para ello, plantea la creación de un instituto de regulación y control del cannabis, que deberá generar regulación, así como autorizar y fiscalizar actividades desde la producción hasta el consumo final.
Para los casos de autoconsumo, se propone el cultivo doméstico de hasta 20 plantas de marihuana en floración y una producción personal que no sobrepase los 480 gramos por año, detalla el documento. Asimismo, permite a los adultos producir, usar y vender marihuana con fines lúdicos, contando con autorización, así como fumarla en espacios públicos, con excepción de aquellos 100% libres de humo de tabaco.
Entre las prohibiciones planteadas, está la venta o acceso al cannabis para menores de edad, así como su empleo para labores de comercialización del producto. También prohíbe la promoción y publicidad del cannabis y sus derivados para uso personal. Entre las finalidades de la ley destaca también la de brindar la posibilidad de que pacientes con enfermedades complejas puedan acceder a medicamentos basados en cannabis para mejorar su calidad de vida y bienestar.