Por: Giovanni Carrillo.
De acuerdo a lo publicado en la página http://www.elmundo.es, nos indica que el Gobierno de España tomará el control de la Generalitat de Catalluña. Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y todos los consejeros del Govern serán destituidos de sus cargos; el Ejecutivo establecerá un mando estricto sobre los Mossos, sobre los ingresos y gastos y sobre las telecomunicaciones, comunicaciones electrónicas y medios públicos audiovisuales. La presidenta del Parlament perderá sus principales atribuciones y la Cámara quedará intervenida.
Con estas medidas de gran dureza, propuestas al amparo del artículo 155 de la Constitución de España, Rajoy pretende “recuperar la legalidad y la convivencia” en Cataluña para, en un plazo máximo de seis meses, proceder a convocar elecciones. Las urnas se abrirían para los catalanes, como muy tarde, el próximo mes de junio.
Hemos llegado hasta aquí, explicó hoy Rajoy, porque el Govern ha liquidado la ley y ha intentado imponer una legalidad paralela. El presidente aseguró que: “nunca fue deseo ni intención del Gobierno llegar al extremo de tener que activar el 155. Más aún que, aunque pudo haberlo invocado antes, optó por la prudencia en un intento de dar tiempo a la rectificación”.
Pero, recalcó: “No quisieron; al final no ha sido posible reconducir la situación y ha habido que actuar”. El presidente hizo hincapié en que la Generalitat nunca quiso diálogo, sino sólo imposición.
El Ejecutivo entiende que la Generalitat se ha arrogado la capacidad de (actuar fuera de cualquier norma y de ejercer un poder sin control y sin límite), de manera que los derechos y libertades de los ciudadanos quedan desprovistos de cualquier garantía y sometidos a la voluntad y la arbitrariedad de sus gobernantes.
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