Por: Carolina Torre C.
Del 25 de octubre del 2013 al 23 de febrero de este año se llevó al cabo la exposición del arquitecto mexicano Luis Barragán (1902-1988) con motivo de aquel tres de junio de 1980 en Dumbarton oaks, Washington, D.C. Cuando durante la ceremonia de recepción del Premio Pritzker de arquitectura Barragán expuso su ideario estético en un discurso leído por su amigo el historiador Edmundo O’Gorman: “Estoy profundamente emocionado que se me eligiera para este galardón dado que me he dedicado a la arquitectura como un acto sublime de la imaginación poética […]. En mí se reconoce a todo aquel que persigue la poesía y la belleza”.
Esta exposición tomó como objetivo los conceptos en aquel discurso: la belleza, alegría, misterio, soledad, serenidad y muerte, esto con el fin de transmitir emociones y correspondencias medio la visión de escenarios y objetos personales.
También fueron mostradas en las obras de los arquitectos y diseñadores Lyndon Neri y Rossana Hu, fundadores de Neri & Hu Design and Research Office en Shanghái, China. Desde su despacho, desarrollan el diseño oriental mediante una práctica multidisciplinaria que combina arquitectura, interiorismo, diseño gráfico y de producto a partir del contacto con la obra de Luis Barragán.
Después de que descubrieron las obras de Barragán crearon espacios propios que generan los fundamentos de la tipología de las casas que se lleva al ámbito del público donde la luz y sombra, volúmenes y vacíos, sonidos y silencios restituyen a la vida la concisión de la belleza.
La exposición Barragán + Neri & Hu fue realizada en el Museo de Arte Moderno en Paseo de la Reforma, México, Distrito Federal. Con este intercambio cultural entre México y China es evidente que más allá de las fronteras y generaciones, la arquitectura emocional de Luis Barragán sigue abriendo puertas hacia el mundo.

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